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Todos experimentamos distensión abdominal en algún momento, pero cada vez más gente, haga o no cambios en su alimentación, sufre de un abdomen distendido constantemente.
Esto pasa por desconocimiento y cuando no entendemos realmente cuáles son las causas de la distensión, ni de todo lo que suele acompañarla: malestares digestivos, ruidos abdominales muy marcados y/o dolor cuando no estás haciendo algo particularmente grave.
Y sí, sé que a eso se le suma la frustración de ver que alrededor tuyo la gente come aún peor que vos, pero no tiene los síntomas que vos sí tenés.
Entonces, en este artículo vamos a ver cuáles son las causas detrás de este tipo de síntomas. Muchas veces no están ligadas a algo alimenticio y eso es una buena noticia, porque tratarlas puede ser extremadamente fácil.
Vamos a ver rápidamente las causas que llevan a la distensión en primer lugar:
Lo que sí vamos a hacer es profundizar en las causas más frecuentes, entenderlas, aprender a prevenirlas y también sobre varias opciones que tenés para ayudar a tu cuerpo a bajar la hinchazón más rápido.
El primer problema que tenemos enfrente, y el más frecuente, es la respuesta inmunológica que tenemos frente a los alimentos que ingerimos. Esto está dado, por un lado, por cómo funciona tu sistema inmunológico y lo que se llaman las alergias alimentarias.
Cuando tengo una alergia, lo que sucede es que mi sistema inmunológico está reaccionando de manera exagerada frente a sustancias que no son una amenaza. En situaciones normales de alergia, esas sustancias pueden ser el polen, el pelo de gato, el polvo y cualquier otro tipo de sustancia alérgica de las que uno sabe que generan rinitis o algún otro tipo de problemas respiratorios.
Bueno, también existen a nivel digestivo alimentos que producen la misma respuesta alérgica en el organismo, pero a nivel de la mucosa intestinal. Esto es un problema por dos razones:
¿Cómo se manifiestan estas cuestiones y cuál es su importancia?
Si hago un análisis de sangre para medir anticuerpos contra el gluten, por ejemplo, incluso en personas que no son celíacas, voy a encontrar que si bien no están en el rango de enfermedad o de celiaquía, no tienen cero anticuerpos.
Si el cuerpo está produciendo estos anticuerpos, aunque en baja cantidad, va a implicar un nivel muy bajo de alergia alimentaria. Es decir, que vas a responder generando inflamación intestinal y es una de las razones por las que por ahí me escuchaste decir que no recomiendo comer cereales a nadie. Podés aprender un poco más acerca del efecto del gluten en otro de mis videos.
Otro clásico es la alergia a la lactosa (o la que vos coloquialmente llamás intolerancia a la lactosa). Esto ocurre porque tenés una enzima en tu sistema digestivo que se llama lactasa que ayuda a digerir los lacteos que consumís, pero lo extraño es que a medida que crecemos en edad, la cantidad de lactasa en el organismo tiende a disminuir.
Hay genes en general y tendencias genéticas que nos hacen más o menos predispuestos a este tipo de alergias alimentarias. Por ejemplo, la gente en Asia tiene un nivel de intolerancia a la lactosa mucho mayor que en América, y eso tiene que ver con la capacidad genética de nuestro cuerpo para seguir produciendo lactasa a medida que nos volvemos adultos.
Entendiendo este tipo de procesos, podemos comprender mejor por qué existen sustancias que nos generan distintas alergias o intolerancias alimentarias.
En general, estas alergias están causadas por un funcionamiento exagerado del sistema inmunológico. El problema es que en general existe un tipo de anticuerpo que se llama inmunoglobulina G, y que puede dar respuestas hasta 48 a 72 horas después de haber realizado la ingesta del alimento en cuestión.
¿Quién se va a dar cuenta de que su alergia alimentaria es por algo que comió o almorzó hace tres días?
Estas situaciones hacen mucho más complejo poder determinar realmente cuál es el elemento que me está generando alergia alimentaria, porque suelen producir lo que se llama falsos negativos. En este caso en que intento descubrir el origen de mi alergia, falso negativo significa que consumo una sustancia para ver si me causa alergia alimentaria o no, y no tengo síntomas, y asocio esa falta de síntomas a que está bien comer esa sustancia, pero después descubro que los anticuerpos que produce mi organismo son elevados.
El hecho de que no tenga el síntoma o no lo perciba, no quita que ingerir la sustancia cambie mi estado de ánimo, contribuya a enfermedades autoinmunes debido a un aumento de la permeabilidad intestinal o afecte mi nivel de energía diario.
Hay muchas formas en que la alergia alimentaria me afecta, que van mucho más allá de si me causa hinchazón o no cuando las consumo.
¿Cómo descubrir entonces cuáles son las sustancias que me generan intolerancias alimentarias?
Hoy en día existen muchos tests que miden los niveles de alergia, pero presentar algunos problemas:
Entonces, ¿qué solución me queda si quiero saber a qué soy alérgico/a?
Gran parte de la respuesta inmunológica que genera alergia a un producto específico tiene que ver con cómo funciona tu sistema inmunológico. Por lo tanto, mejorar el funcionamiento de mi sistema inmunológico reducirá las sustancias a las que soy alérgico.
Esto se puede corroborar cuando tenés los recursos y podés realizar una prueba de alergias alimentarias en un momento determinado, mejorar tu sistema inmunológico y luego, al año siguiente, realizar la misma prueba y darte cuenta de que respondés negativamente a menos sustancias que antes.
La prioridad en cuanto a alergias alimentarias debería estar en mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico y evitar la permeabilidad intestinal en general.
Por otro lado, tenemos a la flora bacteriana, y es importante tenerla en cuenta no solo en el sentido de cambiar tu metabolismo o ayudar al crecimiento bacteriano con probióticos. Tenés que entender que tenés una flora bacteriana que se ha desarrollado a lo largo de tu vida según la dieta que has tenido.
Entonces, si estuve comiendo puré de papa toda mi vida y de repente decido ser vegano debido a una influencia externa, experimentaré hinchazón abdominal y malestar digestivo. La razón no está en lo que compone la dieta en sí, sino en que mi flora bacteriana no está adaptada para digerir la fibra insoluble que ahora estoy consumiendo, lo que genera más fermentación y distensión debido a la producción excesiva de gases.
Por lo tanto, la flora bacteriana que necesito para una dieta vegana no es la misma que para una dieta cetogénica. Serán completamente diferentes y no se trata solo de tomar probióticos para transicionar. Puedo ayudar tomando probióticos específicos para la dieta vegana o para la paleo, por ejemplo, ya que las bacterias que necesito en cada caso son diferentes para los procesos metabólicos digestivos que me beneficiarán.
Muchas de las causas que he mencionado sobre malestares digestivos son medibles y fácilmente tratables, excepto la flora intestinal. Mi consejo es aplicar estas medidas antes de considerar cuál sería la dieta ideal, ya que ayudarán a prevenir errores en el futuro.
Ahora sí, vamos a los orígenes y hablemos de alimentos que, en líneas generales, contribuirán a disminuir la hinchazón, y otros que por el contrario pueden garantizarte más distensión.
Como regla general:
La mayoría de estos alimentos son obvios y no requieren explicación alguna, como la soda.
El resto de los alimentos tienen mecanismos comunes, como los dulces y cereales refinados que alimentan a una flora perjudicial, el alcohol que inflama o irrita y los lácteos que distienden la unión entre células en la mucosa intestinal.
Te dejo algunas sugerencias extra para incluir en tus hábitos:
Si los cambios que lograste con estas medidas no son suficientes, la limpieza colónica y del intestino delgado son las soluciones ideales para vos.
Para aprender más sobre distención abdominal, mirá estos videos en mi canal de YouTube:
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