Joven pareja sosteniendo las manos de su pequeña hija que está aprendiendo a caminar

Cómo las células madre pueden rejuvenecerte

Estrategias naturales para aumentar su cantidad y mejorar su funcionamiento.

Las células madre son aquellas que tienen la capacidad de transformarse en cualquier célula del cuerpo. Hay muchos estudios que prueban su efectividad tanto a la hora de combatir enfermedades como en la recuperación de lesiones y longevidad. Esto significa que así como pueden reparar, renovar y construir nuestros órganos y tejidos, también pueden hacernos retardar el envejecimiento.

Nuestras células madre pueden transformarse en prácticamente todas las células del cuerpo. Pueden formar y reparar células de músculo, piel, ligamentos, cerebro, corazón y mucho más. Una vez que se diferencian y ocupan roles específicos, las células pasan a considerarse adultas.

A pesar de que todas nuestras células tienen el mismo ADN, cada tipo de célula expresa una combinación diferente de información. Esto quiere decir que una neurona y una célula muscular tienen el mismo ADN, lo que las diferencia son los genes que se expresan en cada una.

La clave de las células madre es que pueden expresar cualquier información y transformarse en cualquier tipo de célula del cuerpo, ayudándonos a reparar el daño de algún tejido u órgano específico.

A menos células madre, más rápido envejecés

A medida que envejecemos, los niveles de células madre y su utilidad disminuyen. El problema está en que a pesar de esta reducción celular fisiológica, nuestro cuerpo necesita reparar daño y renovarse constantemente, independientemente de la edad.

A partir de los 25 años aproximadamente, el ritmo de disminución de las células madre se acelera significativamente. Es decir, empezamos a perderlas cada vez más rápido. Durante nuestra vejez tenemos cientos o miles de veces menos células madre que en nuestra infancia, y además menos funcionales. Esta es una de las muchas razones por las que nuestro cuerpo, a medida que envejecemos, empieza a acumular más daño que no puede reparar.

Si te preguntás qué es lo que podés hacer para compensar este proceso, una gran opción es aprender cómo obtener todos los beneficios que las células madre tienen para ofrecernos. Para esto, es importante que entiendas que existen diferentes tipos de célula madre y cada una de ellas se distingue según su capacidad para transformarse en otros tipos celulares.

En primer lugar, existe una célula que es sin duda la más importante en nuestra vida: el cigoto. Básicamente, corresponde a la unión entre espermatozoide y óvulo, lo que da lugar a nuestra vida. Este tipo de células son células madre totipotenciales, las cuales pueden transformarse en cualquier célula.

¿Por qué es importante conocer esto? Porque los mejores tipos de célula madre a nivel terapeéutico son los más problemáticos éticamente, ya que provienen de embriones y no los podemos utilizar.

Sin embargo, existe otro tipo de células madre casi igual de útil y libre de problemas éticos, que son las células madres pluripotenciales. Este tipo de células madre no se pueden transformar en todo, pero sí en la gran mayoría de células, desde piel hasta cerebro. Provienen de la placenta, un órgano extremadamente importante en el embarazo que cumple miles de funciones y que también actúa como fábrica de células madre.

Por último, nos encontramos con otros tipos de células madre como las del cordón umbilical o las del adulto que pueden transformarse en un menor número de células. De todas maneras, aportan parte de los beneficios que ya desarrollaremos. Como punto a favor, las células madre del adulto son más fáciles de aumentar en número y ser utilizadas.

Cómo aumentar las células madre de forma natural

Acá la respuesta varía según el tipo de células madre que quieras aumentar. Dentro de las opciones que existen, te podés encontrar con las siguientes:

Extracto de fruto de café

El extracto de fruto de café no tiene absolutamente nada que ver con el sabor del café en sí mismo. Sin embargo, no solo tiene muchos más antioxidantes que el café, sino también que el té verde y las bayas.

La importancia de este extracto es que es una de las únicas sustancias en el mundo que tiene la capacidad de aumentar las células pluripotentes, que como se mencionó previamente, son aquellas que pueden transformarse en cualquier tipo celular que necesitemos.

Por otro lado, el extracto de fruto de café aumenta la neurotrofina, una hormona del cerebro muy importante que cumple la función de producir nuevas neuronas. Junto al aumento de células madre, con esto maximizás el beneficio con respecto a tu salud cognitiva futura.

Por último, ha mostrado activar sirtuinas, que son proteínas que regulan el metabolismo y mantienen un buen funcionamiento celular.

Podés consumirlo como un suplemento, simplemente añadiendo un par de gotas a tu propio café u otras bebidas, y podés tomarlo durante tus horas de ayuno si estás haciendo ayuno intermitente, ya que no rompe el ayuno.

Chlorella

En segundo lugar, nos encontramos con la chlorella. Esta, junto con el fitoplancton, constituye los cimientos de la cadena alimenticia marina, destacándose como uno de los alimentos más ricos a nivel nutricional en el planeta.

Desde la perspectiva nutricional, la riqueza de las algas supera por hasta 1000 veces a la de los vegetales tradicionales. En un contexto en el que la sobreexplotación de suelos está disminuyendo la presencia de minerales en frutas y verduras, las algas emergen como un recurso cada vez más crucial. Entre las algas, la spirulina y la chlorella son famosas por su alto contenido de clorofila. Existen estudios reveladores que demuestran cómo el consumo regular de algas potencia la producción de nuestras propias células sanguíneas. Uno de los hallazgos más fascinantes en torno a las algas es que la clorofila en sangre combinada con la exposición solar, conduce a la formación de ATP, lo que significa que podés generar energía sin necesidad de ingesta alimenticia.

Volviendo a las células madre, hay evidencia de que la chlorella incrementa la movilización de estas células en nuestro organismo. Lo destacable de estos estudios es que se han realizado in vivo, es decir, en seres humanos y no en laboratorios. ¿Y por qué importa esto? Porque si las células madre administradas no logran alcanzar su destino específico, resultan ineficaces. La movilización inducida por la chlorella, por ejemplo, facilita que si tus células madre necesitan reparar una articulación en tu cuello, su traslado hacia ese sitio mucho más sencillo.

Si querés gozar de estos beneficios, simplemente incorporá suplementos de chlorella o spirulina a tu dieta, siempre teniendo en cuenta que no todos los suplementos son de la misma calidad. A pesar de que existen opciones de alta calidad, muchos suplementos presentan una baja biodisponibilidad, lo que significa que aunque contengan el ingrediente activo su impacto en el organismo puede ser mínimo debido a una mala absorción (fenómeno que se observa particularmente con la vitamina C en polvo en altas dosis).

Fitoplancton marino

En tercer lugar está el fitoplancton marino, que como mencioné antes no solo forma parte fundamental de la cadena alimenticia marina, sino que además produce el 90% del oxígeno terrestre. Esta notable contribución se debe a su abundancia, superando significativamente la cantidad de árboles en nuestro planeta.

Existen incontables variedades de fitoplancton, cada una con características distintas y ciertos tipos son especialmente beneficiosos para la salud humana. Los más relevantes para nosotros destacan por su riqueza en ácidos grasos omega 3, especialmente EPA y DHA, esenciales para el correcto funcionamiento del sistema neuronal. Además aportan todos los aminoácidos necesarios para la construcción muscular y carotenoides que juegan un papel crucial en la regulación genética, previniendo la expresión de posibles enfermedades hereditarias.

Dentro de la vasta gama de fitoplancton, la nanocloropsis se erige como la opción predilecta para el consumo humano. Este tipo de fitoplancton se destaca por su capacidad para proporcionar los materiales necesarios para la construcción de nuevas células y antioxidantes.

Podés incorporar el fitoplancton a tu dieta a través de suplementos, que comúnmente incluyen nano y tetra, las dos variantes más beneficiosas para nuestro organismo, asegurando así la ingesta de los elementos necesarios para el desarrollo celular.

Si esta es la primera vez que escuchás hablar sobre el fitoplancton marino, te animo a compartir este artículo. Difundir esta información puede ser clave para mejorar la calidad de vida de muchas personas, ampliando su conocimiento sobre alternativas nutricionales poco conocidas pero de gran valor.

Aloe Vera

El aloe vera es conocido desde hace 6000 años por sus notables propiedades curativas. En la antigua Egipto, incluso era un obsequio tradicional en las ceremonias de cumpleaños, pero su uso se ha extendido a lo largo de la historia por su eficacia en el tratamiento de afecciones cutáneas, problemas digestivos y en procesos de pérdida de peso.

Las propiedades beneficiosas del aloe vera provienen de sus numerosos componentes, como vitaminas y minerales, destacando especialmente los esteroides y fitoesteroles. Estos compuestos son conocidos por su capacidad para aniquilar células cancerosas y reducir los radicales libres. Los enzimas presentes en el aloe vera son capaces de descomponer las paredes celulares bacterianas, facilitando así la eliminación de bacterias de nuestro organismo.

Las investigaciones publicadas en revistas científicas indican que el consumo oral de aloe vera mejora la tolerancia a la glucosa y reduce los niveles de azúcar en sangre en animales diabéticos tras solo cinco días de ingesta. Por lo tanto, si tenés dificultades con el metabolismo de la glucosa o resistencia a la insulina, el aloe vera podría ser un excelente suplemento para tu dieta, sin presentar inconvenientes.

La conexión entre el aloe vera y las células madre radica en la mejora del perfil glicémico y, por ende, en la gestión general de la glucosa. Una mayor presencia de glucemia, es decir, azúcar circulante en el cuerpo, se asocia con una menor circulación de células madre. Esto sugiere que el envejecimiento puede acelerarse ante problemas de manejo de azúcar, como la resistencia a la insulina o la diabetes, debido a la reducción en la circulación de células madre, lo que a su vez impide la reparación adecuada de los tejidos.

Es importante considerar que las personas con diabetes suelen tener problemas para producir insulina debido al daño en las células pancreáticas encargadas de su producción. Sin embargo, las células madre tienen la capacidad de migrar al páncreas y transformarse en células productoras de insulina.

El aloe vera se puede consumir como suplemento, ya sea en forma de jugo líquido o en batidos de verduras verdes. Tené en cuenta que es esencial no tomarlo durante periodos de ayuno intermitente, ya que podría interrumpir el ayuno.

Calostro

El calostro es el único producto lácteo que recomiendo. Esto se debe a que, tras el parto y durante los primeros días, la glándula mamaria produce esta sustancia, la cual se distingue significativamente de la leche normal de cualquier mamífero, tanto en densidad como en componentes y características generales.

¿Por qué el calostro, si generalmente no sugiero consumir lácteos? Por sus amplios beneficios, reconocidos desde tiempos antiguos tanto en la medicina china como en las tradiciones del Rey Rojo. Es valorado como un tónico de salud en culturas tan diversas como la china y la de los guerreros Masai en Kenia y Tanzania.

Uno de los mayores atractivos del calostro son sus péptidos, moléculas antimicrobianas y compuestos que ayudan a regular nuestro sistema inmunológico. Un elemento clave relacionado con las células madre son los factores de crecimiento similares a la insulina (IGF). Esto implica que si tengo un recuento bajo de células blancas en mi sangre, puedo aumentar su formación incrementando el número de células madre en mi cuerpo mediante el consumo de calostro. Este efecto se debe no solo a sus componentes activos, sino también a que el calostro es inherentemente rico en células madre.

Hay una combinación de suplementos bien estudiada que incluye calostro, extracto de hueso, y otros elementos como la fruta de jujube, cúrcuma y astaxantina, que han demostrado ser eficaces en aumentar la producción de células madre en la médula ósea, así como en elevar los niveles de células blancas y plaquetas en la sangre. Así que si tus niveles son bajos, esta mezcla puede ser una solución natural para potenciar la producción de estas células en tu cuerpo. Cabe destacar que deberías tener precaución si tenés Candida, ya que estos suplementos tienen propiedades ansiolíticas que actúan sobre los mismos receptores que fármacos como el Alprazolam.

Ayuno Intermitente

El ayuno intermitente ocupa el séptimo lugar en nuestra lista y varios estudios han demostrado que puede incrementar la formación de células madre. Esto se debe a la reducción de IGF-1, un factor de crecimiento similar a la insulina que fomenta la hipertrofia y el crecimiento muscular, pero que también puede influir negativamente en nuestra esperanza de vida.

Después de unas 22 horas sin comer, nuestro cuerpo comienza a aumentar lentamente la producción de células madre. Sin embargo, el aumento significativo en estas células se observa después de este periodo. Por lo tanto, si tu objetivo es potenciar la formación de células madre y practicar ayuno intermitente a diario, lo ideal sería comer solo una vez al día.

Es importante destacar que no todos los patrones de ayuno intermitente ofrecen los mismos beneficios. Por ejemplo, ayunar 16 horas y comer durante 8 horas no aportará los mismos beneficios que hacer una comida al día. Cada método de ayuno tiene sus ventajas y desventajas, así que elegí el que mejor se adapte a tu estilo de vida. Si querés aumentar las células madre, recordá que necesitás seguir el patrón de una comida al día, consumiendo todos los nutrientes necesarios en menos de dos horas.

Además, es clave saber que la producción de células madre se maximiza después de 48 horas sin comer, entrando en lo que se denomina ayuno prolongado. Mantené esta información en mente al decidir qué esquema de ayuno intermitente vas a adoptar, según lo que sea más sostenible y viable para vos.

Coenzima Q10

Por último, veamos el rol de la coenzima Q10, crucial en el funcionamiento de nuestras mitocondrias. Es posible que la hayas visto promocionada en varias cremas y productos de belleza, donde se destaca su presencia, aunque en cantidades mínimas. Se hizo conocida principalmente por sus beneficios estéticos, pero personalmente creo que sus ventajas van mucho más allá, especialmente en lo que respecta a la prevención del envejecimiento de las células madre.

La coenzima Q10 tiene un impacto significativo en el proceso de envejecimiento, sin importar si tenés 20 o 70 años, o si los niveles de esta coenzima han disminuido en tu cuerpo. Se destaca por su capacidad para neutralizar los radicales libres que dañan y envejecen tus células madre mesenquimales (CMM), que son células madre multipotentes ubicadas en la médula ósea y juegan un papel esencial en la formación y reparación de tejido esquelético, como huesos, cartílagos y la grasa de la médula ósea.

Esto es clave por dos motivos. Primero, debido a nuestro estilo de vida actual, tendemos a acumular más daños y radicales libres más rápido de lo que podemos eliminarlos. Segundo, mantener las células madre en buen estado y lo más jóvenes posible es fundamental para cualquier proceso de rejuvenecimiento en el organismo, ya que son necesarias para la renovación de todo tipo de tejidos.

Si te interesa profundizar más sobre la coenzima Q10 y cómo incluirla en tu rutina, te invito a ver mi video específico sobre el tema.

¿Por qué funcionan las células madre?

Entendido, las células madre funcionan, pero ¿cómo logran estos efectos en nuestro cuerpo, ya sea aumentando las propias o mediante inyecciones?

Cuando una célula madre se topa con un tejido dañado, comienza a liberar proteínas que atenúan la inflamación en la zona y eliminan microorganismos indeseados. Además, tienen la capacidad de formar nuevo tejido conectivo y vasos sanguíneos, acelerando así la recuperación del tejido afectado. En casos de daños más graves, las células madre pueden incluso reemplazar a las células dañadas, transformándose en el tipo específico de células que se perdieron.

Generalmente, estas células madre se obtienen de nuestro propio cuerpo o de placentas y luego se cultivan en laboratorio para aumentar su número. Posteriormente, estas células madre cultivadas se someten a estrés de forma intencionada para que produzcan exosomas, unas pequeñas vesículas que liberan sustancias con propiedades antiinflamatorias y reparadoras. Los exosomas incluso pueden liberar ARN, modificando así la actividad de los tejidos cercanos. Actualmente, hay terapias que utilizan estos exosomas junto con nuestras células madre para optimizar los resultados y minimizar los riesgos.

Lo más fascinante de las investigaciones actuales sobre células madre es la rapidez con la que avanza este campo. Con el desarrollo tecnológico y la posibilidad de escalar los procesos, los tratamientos basados en células madre se volverán más accesibles y comunes, y podrían empezar a sustituir métodos más invasivos, como ciertas cirugías articulares, ofreciendo alternativas menos agresivas para la recuperación y regeneración de tejidos.

Consideraciones y recordatorios

  • Es importante que sepas que las células madre (tanto inyectadas como las que tenemos en nuestro cuerpo) necesitan un clima determinado para poder funcionar correctamente. Hay factores que van a llevar tus células madre a envejecer más rápidamente y factores que las van a mantener funcionando por más años. Por ejemplo, tener altos niveles de triglicéridos en sangre o incluso niveles muy variables o altos de azúcar en sangre (que suele suceder si consumimos un exceso de hidratos de carbono) van a disminuir la cantidad de células madre que tenemos y su funcionalidad más rápidamente de lo necesario.
  • Si bien no las aumentan directamente, suplementos como la vitamina D, el resveratrol o la curcumina también demostraron potenciar la actividad de las células madre.
  • Siempre recordá que una manera gratuita de envejecer más lentamente, reducir la inflamación y mantener más células madre a lo largo del tiempo, es hacer ayuno intermitente o periodos de ayuno un poco más prolongados.

La moraleja de todo esto es simple: Incluso si tenés una enfermedad hoy (y espero que no sea tu caso), vivimos en el mejor momento de la humanidad a nivel salud. Las tecnologías que están en desarrollo, como las terapias con células madre, la adición genética o la medicina de precisión, van a cambiar las reglas del juego a largo plazo. En paralelo, podés emplear alguna de las estrategias desarrolladas para mejorar tu salud.

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