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Cuando pensás en tu peso ideal, ¿te enfocás solo en cómo te ves o también considerás tu salud a largo plazo? En este artículo, vamos a explorar cómo determinar tu peso óptimo, teniendo en cuenta que puede haber una gran diferencia entre el ideal para la longevidad y el pensado para la estética.
Hoy en día, el índice de masa corporal (IMC) es la forma que más se utiliza para categorizar el peso de una persona. Este índice, que se establece dividiendo tu peso por tu altura al cuadrado, nos brinda información sobre si uno se encuentra dentro los valores de peso normal, por debajo o por encima.
Pero, ¿el IMC realmente es realmente efectivo para determinar si estás en un peso adecuado?
Un atleta con mucha masa muscular y baja grasa corporal puede tener un IMC que lo clasifique como "sobrepeso" o incluso "obesidad", mientras que alguien con baja masa muscular y un porcentaje de grasa corporal más alto podría tener un IMC "normal".
Que una persona muy musculosa pueda exceder este índice sin que eso sea necesariamente malo, mientras que alguien con un peso extremadamente bajo pueda ser considerado normal, demuestra que el IMC no considera aspectos clave como el porcentaje de grasa corporal o tu nivel de actividad física.
Un peso saludable es aquel que presente un adecuado equilibrio entre porcentaje de masa muscular y grasa corporal. A pesar de ser un elemento clave para la salud, esto es algo que muchas veces no coincide con los estándares estéticos que nos impone la sociedad.
Alguien podría pesar más de lo que los estándares sugieren y, sin embargo, tener una excelente salud cardiovascular y metabólica gracias a una mayor masa muscular. Es común ver personas que, según su peso y altura, parecen estar en su "peso ideal", pero que tienen un alto porcentaje de grasa corporal y poca masa muscular. Esto puede llevar a lo que se conoce como "obesidad normal", donde los riesgos para la salud son casi tan altos como en la obesidad evidente.
Entonces, ¿cuál sería tu peso ideal? O, mejor dicho:
¿Cuánto deberías pesar para sentirte bien, tener salud y longevidad? ¿cuál sería el peso y la composición corporal más saludables y propicios para una vida más larga y plena?
Lo primero que tenés que entender es que estas preguntas no tienen una respuesta única ya que dependen de diversos factores, sobre los que vas a aprender si seguís leyendo este artículo.
Las limitaciones del IMC como indicador de salud o peso ideal, radican en que no distingue entre tipos de masa corporal, como muscular y grasa. Por lo tanto, puede ser engañoso.
Cada persona tiene una contextura física y necesidades metabólicas únicas, lo que significa que el peso ideal no puede ser un número universal.
La clave está en entender tus necesidades y objetivos específicos y trabajar para alcanzar un peso y un porcentaje de grasa corporal que sea saludable para vos.
Lo importante es fijarte también en otros indicadores que puedan proporcionarte una imagen más clara de tu salud que el simple peso o el IMC. ¿Cuáles? La circunferencia de cintura, la relación cintura-cadera y factores como la evaluación de tu composición corporal, nivel de actividad física, y tu salud metabólica general.
Para aproximarnos a nuestro peso ideal, primero necesitamos entender qué porcentaje de grasa corporal es saludable.
El porcentaje de grasa corporal nos dice qué parte de nuestro peso total está compuesta por grasa, y representa un indicador mucho más preciso de la salud metabólica que el IMC.
Un nivel adecuado de grasa corporal es esencial para funciones vitales como la regulación de la temperatura, la absorción de nutrientes y la protección de órganos.
Tanto un exceso como una deficiencia de grasa pueden ser perjudiciales. Dejando de lado la estética, pensemos en términos de salud.
Un exceso de grasa corporal, especialmente aquella que se acumula alrededor de los órganos internos denominada grasa visceral, puede conllevar riesgos cardiovasculares, enfermedades metabólicas como la diabetes, ciertos tipos de cáncer, un mayor nivel de inflamación en el cuerpo y otras complicaciones.
Por otro lado, un porcentaje de grasa corporal demasiado bajo también puede afectar el equilibrio hormonal, el metabolismo y la salud ósea.
¿Cómo puedo saber cuánta grasa tengo? Existen varios métodos para medir la grasa corporal, con sus pros y sus contras, entre ellos:
El porcentaje recomendado varía entre hombres y mujeres. Este porcentaje incluye a la grasa visceral, más problemática en términos de salud, y a la grasa subcutánea, que muchos buscan reducir por estética.
La masa muscular es un componente vital de tu salud, no solo por su rol en la movilidad y estética.
Una masa muscular adecuada mejora el metabolismo, previene enfermedades y es clave para un envejecimiento activo y saludable.
Los estudios muestran que hay una correlación directa entre la masa muscular y la salud ósea, así como con la capacidad cognitiva y la gestión del azúcar en sangre.
La fuerza y la calidad de los huesos están directamente relacionadas con la masa muscular. La tensión mecánica generada por ejercicios de fuerza estimula la formación de nuevo hueso, especialmente en las zonas trabajadas. Recordemos que la baja densidad ósea aumenta el riesgo de fracturas y osteoporosis. Aunque en general la densidad ósea alcanza su máximo alrededor de los 30 años, con ejercicios adecuados y una dieta rica en nutrientes esenciales como calcio, vitamina D3, K2, y magnesio, podés mantenerla o incluso aumentarla a lo largo de tu vida.
El Índice de Masa Libre de Grasa (FFMI) es una herramienta útil para evaluar si tu masa muscular está dentro de un rango saludable. Se calcula tomando en cuenta el peso total de una persona, su porcentaje de grasa corporal y su altura, y nos ayuda a entender mejor la cantidad de masa muscular que poseemos, excluyendo la grasa.
Este índice es particularmente valioso porque, a diferencia del IMC, distingue entre la masa grasa y la masa muscular, ofreciendo una visión más precisa de nuestra salud física. Al monitorear el FFMI, podemos obtener una mejor comprensión de cómo nuestras rutinas de ejercicio y hábitos alimenticios están impactando en nuestra composición muscular, más allá de lo que muestra la balanza.
En reglas generales, un FFMI óptimo es de 22 en hombres, mientras que en mujeres es de 18. Estos valores reflejan diferencias hormonales y de composición corporal entre géneros. Si tu FFMI está por debajo de estos valores, podría ser indicativo de que necesitás aumentar tu masa muscular.
Espero que ahora tengas una perspectiva más clara sobre cómo entender cuál es tu peso ideal. Recordá que se trata de encontrar un balance que te permita disfrutar de un cuerpo saludable durante más tiempo.
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